Mérida (CDS) Las siguientes imágenes corresponden a la sede donde funcionan el Juzgado Primero y el Juzgado Segundo con funciones Ejecutoras de Medidas de los Municipios Libertador y Santos Marquina de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida.
Nos ha llamado poderosamente la atención que aún cuando la Dirección Administrativa Regional adelanta trabajos de remodelación en la sede del Juzgado Segundo Ejecutor de Medidas de los Municipios Libertador y Santos Marquina de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida para hacer de ese tribunal un juzgado el cual esté cónsono con la misión y visión del poder judicial venezolano la ciudadana Jueza Iria Margarita Bracho de Suarez continua entre escombros, pintura, cemento y por supuesto obreros, dando despacho.
La incomodidad que supone para los usuarios de este recinto judicial acudir a ese juzgado es completa. Ni digamos para los trabajadores de ese despacho judicial que tienen que cumplir obligatoriamente horario sentados tragando polvo y pintura por órdenes de la juez. ¿ Será que por dar más despacho se van a terminar los conflictos entre las personas y ejecutará mas medidas? ¿O acaso será que por ella haber sido maestra o lo que ahora se llama pomposamente docente de aula trata a los usuarios de ese tribunal como sus alumnos de otros tiempos?
Este es una caso típico de violación a la seguridad industrial registrado en espacios judiciales del Estado Mérida. Este es un caso para que (INPSASEL) el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales investigue sobre los daños que pudieran estar causandose en unos trabajadores que además de no saber ni siquiera clavar un clavo pues no es esa su labor, y no siendo los mismos los obreros de las remodelaciones adelantadas en dicho juzgado, puedan sufrir algún accidente laboral causado por el manejo producto de esos trabajos, porque a un patrono se le ocurre que tiene que tener en sus estadísticas que los días durante los cuales se hacían los trabajos de reparaciones en el juzgado la Jueza fue tan EFICIENTE y dió despacho sin considerar que puso en riesgo la seguridad de los trabajadores que no tienen porque estar en esas instalaciones trabajando con despacho pues pudieran sufrir algún accidente laboral.
Y nosotros que creíamos que en un Estado Socialista los trabajadores somos los primeros de la fila. Que inocentes somos.