El cadáver de Querales Rondón estaba dentro de la camioneta. Presentaba un tiro en la cabeza, a la altura del oído, y otro en la pierna izquierda. Fue despojado de sus pertenencias e incluso las llaves de la camioneta desaparecieron.
El comisario Vicente Álamo, subdirector del Cicpc, indicó que es prematuro precisar el móvil del crimen, pero que no descartan el robo.
Dijo que el Cicpc está trabajando para establecer los últimos pasos dados por la víctima y que indagarán en su entorno social, familiar y laboral, a fin de establecer si tenía algún tipo de enemigos. Igualmente ordenaron practicarle exámenes toxicológicos. “Para nosotros es vital establecer qué hizo la noche anterior, donde estaba, con quién, qué comió, que bebió“, dijo el vocero policial.
Se determinó que a Querales Rondón lo mataron con una pistola 9 mm. Extraña a los investigadores que en uno de los parabrisas había huellas de la víctima, que hacen presumir que se detuvo a orinar en el sitio y fue sorprendido por los asesinos.
El infortunado vivía en la urbanización Santa Rosa de Lima, era casado y deja huérfano a un niño y otro que estaba por nacer.