J. A. GIMÉNEZ
Funcionarios de alguno de los nueve juzgados de Instrucción del Palacio de Justicia de Alicante en numerosas ocasiones se ven obligados a tomar declaración a acusados y testigos sin la presencia del juez y del secretario judicial, responsabilidad que consideran que "excede nuestras competencias y además es ilegal".
Fuentes judiciales consultadas por este diario confirmaron que se trata de una práctica habitual que "ocurre en todos los juzgados, en los de Alicante y en los de cualquier provincia española", si bien admitieron que "con la ley en la mano no se puede hacer". De hecho, aunque estas fuentes no tienen constancia de que hasta ahora nadie lo haya reclamado en Alicante, cualquiera que preste declaración sin que esté el juez y el secretario judicial, que es el encargado de levantar acta, podría exigir la nulidad de la misma, según las citadas fuentes.
En el encabezamiento de las declaraciones transcritas figura siempre que es el juez quien las ha tomado, teniendo que dar fe de ello el secretario judicial, recuerdan los funcionarios afectados.
Estos trabajadores afirman que la responsabilidad de los interrogatorios no les corresponde, ya que "en primer lugar no tenemos por qué saber lo que hay que preguntar y, en segundo, tenemos que compatibilizar esta tarea con las que nos son propias, como tramitar los procedimientos, las citaciones y atender el teléfono, entre otras". Esto provoca, apuntan, que muchas veces tengan que prolongar su jornada laboral más allá de su horario habitual sin compensación alguna.
No obstante, varios empleados de otros órganos judiciales de Instrucción aseguraron que el juez sí está presente siempre, no así en el caso del secretario judicial.
Preguntada sobre esta problemática, la juez decana de Alicante, Montserrat Navarro, señaló a este diario que normalmente es el juez quien practica los interrogatorios, aunque admitió que en ocasiones son los funcionarios los que los llevan a cabo, pero esto ocurre en casos por faltas o delitos leves y con el objetivo de agilizar los procedimientos. En los procesos seguidos por hechos de mayor calado es el titular del juzgado quien atiende a los implicados, indicó la decana, quien precisó que "en cualquier caso siempre que el abogado o el propio acusado o testigo requiera la presencia del juez, éste acude".
Al respecto, fuentes del Palacio de Justicia de Benalúa hicieron hincapié en que, dado el volumen de trabajo que soportan los juzgados de Instrucción, si el juez y el secretario judicial tuvieran que asistir a todas las declaraciones "el colapso sería todavía peor del que ya existe". "Si se quiere trabajar con rigor absoluto, con los medios que hay, es imposible sacar el trabajo adelante", enfatizaron. En el caso de los secretarios judiciales, ellos tienen que estar presentes, por ejemplo, en los registros domiciliarios a fin de levantar acta, por lo que su asistencia a los interrogatorios a veces es imposible, precisaron las citadas fuentes. Otra reclamación del personal de estos juzgados es que cuando tienen que tomar declaraciones sin el juez lo hacen en sus propias mesas, sin apenas espacio físico y, sobre todo, sin privacidad alguna. "Por aquí pasa gente continuamente y no tienen por qué enterarse de lo que dicen quienes declaran", se quejan estos funcionarios.
fuente: INFORMACIÓN.es
Fuentes judiciales consultadas por este diario confirmaron que se trata de una práctica habitual que "ocurre en todos los juzgados, en los de Alicante y en los de cualquier provincia española", si bien admitieron que "con la ley en la mano no se puede hacer". De hecho, aunque estas fuentes no tienen constancia de que hasta ahora nadie lo haya reclamado en Alicante, cualquiera que preste declaración sin que esté el juez y el secretario judicial, que es el encargado de levantar acta, podría exigir la nulidad de la misma, según las citadas fuentes.
En el encabezamiento de las declaraciones transcritas figura siempre que es el juez quien las ha tomado, teniendo que dar fe de ello el secretario judicial, recuerdan los funcionarios afectados.
Estos trabajadores afirman que la responsabilidad de los interrogatorios no les corresponde, ya que "en primer lugar no tenemos por qué saber lo que hay que preguntar y, en segundo, tenemos que compatibilizar esta tarea con las que nos son propias, como tramitar los procedimientos, las citaciones y atender el teléfono, entre otras". Esto provoca, apuntan, que muchas veces tengan que prolongar su jornada laboral más allá de su horario habitual sin compensación alguna.
No obstante, varios empleados de otros órganos judiciales de Instrucción aseguraron que el juez sí está presente siempre, no así en el caso del secretario judicial.
Preguntada sobre esta problemática, la juez decana de Alicante, Montserrat Navarro, señaló a este diario que normalmente es el juez quien practica los interrogatorios, aunque admitió que en ocasiones son los funcionarios los que los llevan a cabo, pero esto ocurre en casos por faltas o delitos leves y con el objetivo de agilizar los procedimientos. En los procesos seguidos por hechos de mayor calado es el titular del juzgado quien atiende a los implicados, indicó la decana, quien precisó que "en cualquier caso siempre que el abogado o el propio acusado o testigo requiera la presencia del juez, éste acude".
Al respecto, fuentes del Palacio de Justicia de Benalúa hicieron hincapié en que, dado el volumen de trabajo que soportan los juzgados de Instrucción, si el juez y el secretario judicial tuvieran que asistir a todas las declaraciones "el colapso sería todavía peor del que ya existe". "Si se quiere trabajar con rigor absoluto, con los medios que hay, es imposible sacar el trabajo adelante", enfatizaron. En el caso de los secretarios judiciales, ellos tienen que estar presentes, por ejemplo, en los registros domiciliarios a fin de levantar acta, por lo que su asistencia a los interrogatorios a veces es imposible, precisaron las citadas fuentes. Otra reclamación del personal de estos juzgados es que cuando tienen que tomar declaraciones sin el juez lo hacen en sus propias mesas, sin apenas espacio físico y, sobre todo, sin privacidad alguna. "Por aquí pasa gente continuamente y no tienen por qué enterarse de lo que dicen quienes declaran", se quejan estos funcionarios.
fuente: INFORMACIÓN.es