Búsqueda personalizada

24 noviembre 2013

Los riesgos del Estado importador

 

Comercio bilateral ha caído entre 6% y 8% | Foto: Raúl Romero / El Nacional

Comercio bilateral ha caído entre 6% y 8% | Foto: Raúl Romero / El Nacional

Con la creación de la Corporación Nacional de Comercio Exterior, el gobierno se propone centralizar las compras externas y convertirse en el único proveedor de insumos y materias primas del sector privado. Expertos creen que esto genere más escasez, discrecionalidad y corrupción. La experiencia de los últimos 14 años ha demostrado ineficiencia y burocracia en las importadoras estatales

  • KATIUSKA HERNÁNDEZ / NICOLLE YAPUR / MARÍA VICTORIA FERMÍN24 DE NOVIEMBRE 2013 - 12:02 AM

La actuación del Estado como importador en los últimos 10 años está signada por una alta burocracia, que genera retrasos, corrupción, pérdida de mercancía y escasez de bienes. Los expertos advierten que la tendencia se acentuará ahora que el gobierno pretende centralizar las compras externas y añadir nuevos rubros a la lista de importaciones.

El presidente Nicolás Maduro anunció el 9 de noviembre la creación de la Corporación Nacional de Comercio Exterior, mediante la cual se propone concentrar las importaciones públicas y convertirse en la gran comercializadora de materias primas, insumos y bienes terminados desde el exterior para las empresas privadas.

El primer mandatario prometió velar por la reposición de mercancía a los comerciantes que expenden electrodomésticos, juguetes, repuestos, textiles, calzado y artículos del hogar, entre otros rubros, luego de que al dar la orden de reducir los precios se produjo un incremento desmesurado del consumo que agotó los inventarios de las tiendas.

¿Puede el gobierno asumir la totalidad de las importaciones necesarias para surtir el mercado venezolano? La experiencia dice que no. “Las importadoras públicas han demostrado poca eficiencia y es de esperar que sigan trabajando así, por la corrupción, falta de gerencia y planificación”, dijo Juan Socias, economista y director del Grupo Soluciones.

El Estado importa desde alimentos hasta electrodomésticos y vehículos, a través de empresas adscritas al Ejecutivo. Algunos casos más emblemáticos son CASA, Suvinca, Bariven, Veximba, CVG Telecom y CVG Internacional, entre otras.

Rodrigo Agudo, especialista en agronegocios, indicó que el mejor ejemplo de ineficiencia del Estado importador es la escasez actual de algunos productos alimenticios por la falta de planificación y el desconocimiento del negocio. Recordó el caso Pdval, entre 2008, 2009 y 2010, en el que el exceso de importaciones sin organización ni infraestructura de almacenamiento en frío derivó en la pérdida de miles de toneladas de alimentos.

La centralización de las importaciones, afirmó, copiará uno de los peores casos de la llamada cuarta república como lo fue Corpomercadeo, creado por Rafael Caldera y eliminado por Jaime Lusinchi. “Los principales problemas del organismo no son muy diferentes a los que se viven actualmente en CASA y otras empresas importadoras del Estado”, expresó.

Explicó que esta corporación se fue degenerando en un centro de roscas políticas y comerciales que sobrefacturaba los insumos y bienes finales alimentarios que se importaban. Los delitos que se identificaron en Corpomercadeo fueron grandes comisiones a proveedores en el exterior y extorsión de funcionarios a empresas para garantizar el suministro.

“Se llegaron a facturar insumos que después no se importaban. El auge de las irregularidades llegó con el control de cambio entre 1983 y 1984, cuando se desataron los negocios con el manejo del dólar preferencial, que obligó a la intervención y luego liquidación de la corporación”, refirió.
La diferencia con la gestión actual es que Corpomercadeo por lo menos llamaba a licitación, pero las importaciones actuales se hacen discrecionalmente.
Incapacidad. Los procesos de importación son muy complejos y ningún funcionario puede manejar todas las variables relevantes para tomar decisiones de cómo importar y cómo se deben distribuir los productos, aseguró el economista Ángel Alayón.

El especialista en comercio exterior y profesor universitario Eduardo Porcarelli agregó que la actuación efectiva del Estado como importador solo es posible si se focaliza en productos concretos. “La logística que requiere atender distintas variedades de productos para el consumidor y de insumos para la producción genera un esfuerzo demasiado burocrático y extenso que es muy difícil de llevar a cabo”, indicó.

Maduro se comprometió a reducir los precios y los márgenes de ganancia de todos los productos a través de la Ley Habilitante, lo que equivale a proveer a las empresas de mecanismos concretos de reposición. Dada la dificultad logística de la tarea, los expertos coinciden en que hay una consecuencia segura a muy corto plazo: más escasez.

“El Centro Nacional de Comercio Exterior debe operar con niveles de eficiencia altísimos, porque si no generaría desabastecimiento”, alertó Porcarelli. Esto ocurrirá en un plazo no mayor a tres meses, debido a que muchas empresas por las regulaciones vigentes manejan inventarios muy bajos.

“Si un privado se equivoca en los procesos de importación, el impacto será para su propia empresa y no para toda la economía. Pero si el gobierno por falta de experticia no programa bien las compras externas, las cantidades ni cuándo deben llegar se perjudica toda la cadena de producción”, añadió Alayón.

Expuso que desde el punto de vista económico también se afecta el precepto constitucional de la libertad económica de las empresas de decidir sobre la disponibilidad de sus insumos. También advirtió sobre la falta de transparencia que tendría el proceso de importaciones en manos del Estado. “No hay ninguna garantía de que habrá un proceso de compra o de procura de la materia prima que asegure que se adquirirán estos bienes al menor costo posible”, señaló.

Otro agravante es la discrecionalidad en las decisiones y en el suministro de los productos en los que el Estado asumirá la función de importador y proveedor. “El gobierno decidirá qué importar, cuánto, cuándo y a quién darle el suministro”, dijo. Se corre el riesgo de que unos actores de la cadena sean más beneficiados que otros.

Porcarelli señaló que sustituir a los importadores privados por el Estado dejará a pequeños comerciantes sin canales de suministro, por lo que se verán obligados a cerrar. “El sector comercio tiene un peso importante en la economía, genera puestos de trabajo, y si no son atendidos adecuadamente sus requerimientos se podría generar más desempleo”, alertó.

Modelo centralizador no ha tenido resultados sostenibles
Muchos de los ejemplos de centralización de importaciones estuvieron en lo que fueron las economías socialistas instaladas en Europa durante el período de la Guerra Fría, entre 1945 y 1991, año en que desapareció la Unión Soviética, recordó Eduardo Porcarelli, experto en comercio exterior.

“Algunas naciones establecieron este mismo esquema. No conozco ningún caso exitoso. Al final el efecto es que si no hay el esfuerzo de atender todos los requerimientos y de atención a los consumidores el sistema se hace muy lento e ineficiente”, señaló.

El éxito del Estado como importador dependerá de la combinación entre la efectividad del aparato burocrático con los recursos necesarios (divisas) y la definición de las necesidades. “En esas economías existieron casos en los que algunos sectores salieron más favorecidos”. Agregó que no es lo mismo establecer ese mecanismo hace cuarenta años que actualmente, debido al fenómeno de la globalización. “Los niveles de interdependencia de los actores que hacen negocios en el mundo es mucho más complejo. Además, hoy hay una oferta y la demanda de productos mucho más diversificada. En el pasado había más probabilidades de que un modelo así funcionara”, sostuvo.

Al economista Ángel Alayón le parece erróneo que se compare los márgenes de ganancia y la situación del mercado de importaciones de Japón, Chile y Estados Unidos con el de Venezuela, puesto que en estos países la reducción de los precios y las ganancias se deben a la libre competencia y mercado, no a controles impuestos por el gobierno.

Modelo centralizador no ha tenido resultados sostenibles
Muchos de los ejemplos de centralización de importaciones estuvieron en lo que fueron las economías socialistas instaladas en Europa durante el período de la Guerra Fría, entre 1945 y 1991, año en que desapareció la Unión Soviética, recordó Eduardo Porcarelli, experto en comercio exterior.

“Algunas naciones establecieron este mismo esquema. No conozco ningún caso exitoso. Al final el efecto es que si no hay el esfuerzo de atender todos los requerimientos y de atención a los consumidores el sistema se hace muy lento e ineficiente”, señaló.

El éxito del Estado como importador dependerá de la combinación entre la efectividad del aparato burocrático con los recursos necesarios (divisas) y la definición de las necesidades. “En esas economías existieron casos en los que algunos sectores salieron más favorecidos”. Agregó que no es lo mismo establecer ese mecanismo hace cuarenta años que actualmente, debido al fenómeno de la globalización. “Los niveles de interdependencia de los actores que hacen negocios en el mundo es mucho más complejo. Además, hoy hay una oferta y la demanda de productos mucho más diversificada. En el pasado había más probabilidades de que un modelo así funcionara”, sostuvo.

Al economista Ángel Alayón le parece erróneo que se compare los márgenes de ganancia y la situación del mercado de importaciones de Japón, Chile y Estados Unidos con el de Venezuela, puesto que en estos países la reducción de los precios y las ganancias se deben a la libre competencia y mercado, no a controles impuestos por el gobierno.

El Dato

En septiembre fueron aprobados 29,39 millardos de bolívares para el Plan Excepcional de Abastecimiento que contempla la importación y compra nacional de más de 3,57 millones de toneladas de productos básicos.

La Cifra

43% del azúcar crudo que se procesa es importado, alrededor de entre 600.000 y 700.000 toneladas anuales se traen de Brasil para cubrir la demanda nacional.
80%  de la leche en polvo que se comercializa en el país la compra la empresa CASA a proveedores internacionales, cerca de 240.000 toneladas al año.