Caracas (Enviado especial) En un sencillo pero emotivo acto celebrado en el salón de reuniones del máximo Tribunal de la República, en el cual estuvieron presentes también las magistradas, Evelyn Marrero Ortiz, presidenta de la Sala Político Administrativa; Yris Peña Espinoza e Isbelia Pérez Velásquez, presidenta y vicepresidenta de la Sala de Casación Civil, respectivamente, la presidenta del TSJ Luisa Estella Morales Lamuño recordó a los funcionarios juramentados el rol que deben cumplir en los cargos para los cuales fueron asignados y que deben actuar apegados a los mandatos de la Carta Magna y demás leyes de la República Bolivariana de Venezuela.
Al iniciar el mismo pidió disculpas por haber retrasado la juramentación debido a las múltiples actividades que se encontraban en ese momento en pleno desarrollo en el Tribunal Supremo de Justicia.
En sus palabras, recordó la máxima autoridad del TSJ que “...algunos de ustedes ya han estado en otros cargos del Poder Judicial y para nosotros en estos tiempos que estamos viviendo en que nos alejamos cada día más de los conceptos de positivismo, es decir, de la simple forma sin contenido, y nos acercamos un poco más a lo que son los principios, los valores y sobre todo la ética, jurar tiene una gran trascendencia, este hecho no se trata de un acto protocolar, nosotros estamos aquí para un compromiso y un acto en el cual nos involucramos para cumplir una misión y están comprometiendo lo más sagrado de un ser humano: su dignidad, principios, valores, la familia yla Patria , los amigos, etc”.
Con actos como éste el Estado venezolano, uno de sus poderes: el poder judicial, comprueba, reafirma y confirma que las instituciones funcionan con cambios necesarios y que al proveer a la administración de justicia de funcionarios que atiendan a los justiciables en sus necesidades, por cuanto la densidad demográfica crece y por ende las necesidades de los mismos así mismo cónsonos con éstas necesidades las instituciones del país se adecuan con la acertada dirección que le imprimen desde el TSJ al poder judicial, para que de esta manera tengamos el país que los venezolanos quieren y necesitan, un país de cara al primer mundo e inserto en el siglo XXI.
Al iniciar el mismo pidió disculpas por haber retrasado la juramentación debido a las múltiples actividades que se encontraban en ese momento en pleno desarrollo en el Tribunal Supremo de Justicia.
En sus palabras, recordó la máxima autoridad del TSJ que “...algunos de ustedes ya han estado en otros cargos del Poder Judicial y para nosotros en estos tiempos que estamos viviendo en que nos alejamos cada día más de los conceptos de positivismo, es decir, de la simple forma sin contenido, y nos acercamos un poco más a lo que son los principios, los valores y sobre todo la ética, jurar tiene una gran trascendencia, este hecho no se trata de un acto protocolar, nosotros estamos aquí para un compromiso y un acto en el cual nos involucramos para cumplir una misión y están comprometiendo lo más sagrado de un ser humano: su dignidad, principios, valores, la familia y
Luego de escuchar la lectura del acta por parte de secretaria de Sala Plena, doctora Olga Dos Santos, la presidenta Morales reiteró a los funcionarios que al levantar la mano para el juramento, todos los llamados deberán cumplir con lo encomendado por el Poder Judicial y, que este momento sea para el crecimiento personal y profesional, para bendición de las familias y sobre todo para que comiencen una carrera exitosa que también nos haga sentir orgullos a nosotros de haber solicitado su juramentación.
Con actos como éste el Estado venezolano, uno de sus poderes: el poder judicial, comprueba, reafirma y confirma que las instituciones funcionan con cambios necesarios y que al proveer a la administración de justicia de funcionarios que atiendan a los justiciables en sus necesidades, por cuanto la densidad demográfica crece y por ende las necesidades de los mismos así mismo cónsonos con éstas necesidades las instituciones del país se adecuan con la acertada dirección que le imprimen desde el TSJ al poder judicial, para que de esta manera tengamos el país que los venezolanos quieren y necesitan, un país de cara al primer mundo e inserto en el siglo XXI.