Fue propicia la ocasión para ofrecer una misa en acción de gracias en
"La labor del Defensor Público exige una completa compenetración con la problemática social del representado en la cual se reflejan los diferentes factores exógenos que influyen en la conducta del mismo, entre otras: la paternidad irresponsable, la niñez inexistente en hogares de escasos recursos, donde el trabajo prematuro es vital para el sustento familiar, condiciones de vida adversas en lo físico y espiritual, que conforman las redes que entorpecen la vida de muchos jóvenes llevándolos al camino de la delincuencia", reflexionó el Dr. Mundaraín durante su discurso de instalación.
Sin embargo, los Defensores Públicos, ante esa situación, se comprometieron a continuar cumpliendo la sagrada y noble misión de defender, ayudar, comprender y asistir a sus representados y familiares.
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