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El inspector jefe que ganó el bote de Pasapalabra presenta su segunda novela
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"El paso por televisión ha servido para ver a un agente como algo más que casco y porra"
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"La fama es un incordio; si no eres un narcisista no te sirve para nada"
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'El inspector que ordeñaba vacas' fue su primer libro publicado
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"He pasado de escribir una trama policíaca a hacer una obra emotiva y espiritual"
Luis Esteban ayer en la librería Món de Llibres, donde se hizo la presentación de su segunda novela.
ALBERTO VERA
El concurso presentado por Christian Gálvez
lo hizo famoso a nivel nacional después de triunfar tras su paso por 83
programas, aunque en Mallorca nunca se le había conocido por ser
precisamente anónimo. Inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía de
Manacor y escritor en su tiempo libre. Así es como ya trataban los
vecinos del municipio a Luis Esteban Lezáun mucho antes de su exitoso paso por Pasapalabra.
En Manacor, lugar de nacimiento de Rafa Nadal, se empiezan a acumular las estrellas por metro cuadrado. "Casi no veo la televisión, aprovecho los tiempo muertos para escribir", aseguraba ayer el nuevo hombre de moda en la zona, quien de hecho apuntó que acudió al popular espacio de Telecinco gracias a que su mujer se lo sugirió. "Ya que aciertas todo desde casa, ¿por qué no vas?" Y así comenzó su andadura ante las cámaras. Dicen que a la tercera va la vencida, y fue a la tercera vez que se lanzó al programa cuando se llevó los 354.000 euros, un Rosco que compartió con Cáritas.
Tras la resaca televisiva en la que se vio inmerso, Luis
Esteban regresó a su comisaría y siguió con su vida normal, aunque ha
tenido que acostumbrarse a que la gente se le acerque y pare
continuamente por la calle móvil en mano. "La fama es un incordio; si no eres un narcisista no te sirve para nada", aseguraba ayer después de firmar decenas de ejemplares de
su segunda novela a los seguidores que se congregaron en la librería
Món de Llibres, durante la presentación de su nuevo relato, el cual
acabó antes de ir al concurso.
La vida contra las cuerdas es el título de
su segundo trabajo publicado, con un adolescente que se enfrenta a los
problemas de la vida como protagonista. Su primer libro, El inspector que ordeñaba vacas,
es completamente diferente al segundo. "He pasado de escribir una trama
policíaca con tintes psicológicos, divulgativos y de autoayuda a hacer
algo emotivo y espiritual". Así describe a sus dos retoños literarios, de Plataforma Editorial.
Eso sí, tienen algo en común, ambas novelas son ficticias, aunque el agente reconoce que "siempre hay algo personal en todo lo que se hace".
Un amor por las letras desde pequeño
Licenciado en derecho de 43 años, el inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía de Manacor devora libros desde muy pequeño. Tanto es así, que su nueva novela está inspirada en una de sus obras cabecera desde muy joven: Edad prohibida, de Torcuato Luca de Tena. Tanto la admira, que ha puesto a una de sus protagonistas el nombre de Celia, en honor a uno de los personajes del mítico autor español.
La librería manacorense donde se llevó a cabo el evento se llenó de público.
A. V.
"Un día al año me encerraba en la habitación con un montón de víveres
y leía ese libro; lo hice así en cuatro o cinco ocasiones", contaba el
policía sonriente ante sus admiradores en el evento de presentación.
Libros y más libros, su secreto para completar el difícil Rosco, al que califica de "adictivo".
"Para ir al programa me preocupé de aprender palabras raras y poco
usadas, porque sabía que seguramente me iba a encontrar muchas".
La cultura, guía en la educación
"Es necesario que los que tenemos hijos les inculquemos el ámbito de
la lectura", porque "es más difícil engañar a una persona que ha leído
mil libros que a alguien que sólo lea el Marca".
Lezáun se mostró durante la presentación de ayer muy preocupado por cómo se percibe la cultura en la juventud actual. "Hay un detrimento social a nivel cultural",
insistió, y el "patrón audiovisual" que se sigue hoy en día no acaba de
convencerle. Para él, el "eje literario" es indispensable, y así lo
pone de manifiesto en sus libros.
El regreso a la comisaría fue muy positivo para él. Ahora quiere
"centrarse" en su trabajo, aunque reconoce que su paso por Pasapalabra
sirvió para acallar preguntas como la de ¿cómo puede un policía ganar
ese concurso? Muchos ven ahora "a un agente como algo más que casco y porra". En definitiva, la cultura no entiende de oficios, sino de personas.
Twitter: @Katia_Beiro