Mayoría de juicios y audiencias preliminares están siendo diferidos
A tres días de la entrada en vigencia del nuevo horario judicial, las primeras consecuencias de la medida comienzan a sentirse: Los jueces penales de Caracas apenas logran tramitar 25% de las peticiones que hacían antes.
"Los tribunales de primera instancia antes realizaban alrededor de 20 actuaciones diarias, pero ahora se hacen 3, a lo sumo 5. Por su parte, las cortes de apelaciones realizaban entre 5 a 10, pero hoy algunas no han hecho más que dos", aseveró una juez consultada por este diario, quien solicitó mantenerse en el anonimato.
Sobre la suerte de los juicios orales y públicos y las audiencias preliminares (actos donde se decide si una persona será enjuiciada o no), otro juez consultado indicó: "La mayoría de esos actos están siendo diferidos, solo se están realizando las audiencias de presentación, debido a que en ellas está en juego la libertad de las personas".
Desde el Sindicato Unitario Organizado Nacional de Trabajadores de la Administración de Justicia (Suontraj) se sumaron al coro de voces que han criticado la reducción de tres horas del horario judicial, por considerar que la misma vulnera el decreto presidencial sobre el ahorro energético y las leyes.
"El decreto habla de que no se verán afectados por la reducción de la jornada los servicios esenciales y las leyes establecen que la justicia es un servicio esencial, por lo que los magistrados han violado tanto el decreto como otras disposiciones legales", afirmó el presidente de la organización, Luis Galviz.
Férreo control
Con el propósito de verificar el cumplimiento de la resolución del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que fijó el horario de trabajo de los juzgados entre las ocho de la mañana y la una de la tarde, un grupo de inspectores de tribunales se dan a la tarea de constatar que los despachos queden totalmente a oscuras a la una.
"A las 12:45 se comienza a ver salir a las secretarias, abogados y jueces con mucha prisa hacia la Oficina de Control de Asistencia, para firmar y salir del Palacio a la una en punto, pues a partir de ese momento comienzan a apagar las luces, equipos y aires acondicionados y los inspectores y alguaciles regañan a quienes se demoran", precisó otro informante.
En predios del máximo juzgado hay quien no descarta que la actual crisis eléctrica está siendo aprovechada también para llevar a cabo una depuración solapada del Poder Judicial.
"La presión por cumplir el nuevo horario. Las amenazas de ser destituido si uno llega luego de las ocho de la mañana. La negativa a dar permisos o la decisión de quitar los microondas para que la gente no pierda el tiempo calentando su comida, pues están haciendo mella en mucha gente", agregó un confidente.
Tres horas de despacho
Los tribunales aragüeños no solo tienen que hacer frente a la reducción de la jornada aprobada por el TSJ, sino que también deben lidiar con los cortes que realiza la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
La entidad central ve interrumpido el suministro de energía tres días a la semana, de 11 de la mañana a 2 de la tarde, lo que supone que esos días la justicia aragüeña solo puede despachar tres horas en la práctica.
Con información de Érika Guillén
Juan Francisco Alonso
EL UNIVERSAL
