JUAN FRANCISCO ALONSO | EL UNIVERSAL
lunes 23 de abril de 2012 12:00 AM
Magistrada Mármol considera que la historia no está completa
Matar al mensajero y no al mensaje. Esta es la estrategia que el Gobierno, la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Moral Republicano están siguiendo para responder al exmagistrado Eladio Aponte Aponte, quien acusó al Ejecutivo de controlar a los jueces y a algunos militares de tener los nexos con el negocio de la droga.
En lugar de exhibir pruebas que refuten los señalamientos los funcionarios que, hasta el momento, han salido a responder los señalamientos del también exfiscal general militar han optado por descalificarlo por sus vínculos con el presunto narcotraficante Walid Makled y por los supuestos hechos de corrupción en los que habría incurrido durante su paso por el máximo juzgado.
Sin embargo, dentro del TSJ hay quienes no están satisfechos con las respuestas dadas a Aponte Aponte. La magistrada Blanca Rosa Mármol de León, quien hasta marzo fue compañera del removido en la Sala Penal, es una de ellas.
"Es inexplicable que si las autoridades tienen desde hace casi cuatro años elementos que relacionarían al hoy exmagistrado con un supuesto narcotraficante no hayan actuado antes. ¿Por qué transcurrió tanto tiempo para que tomaran medidas?", se preguntó.
En noviembre de 2008, durante los allanamientos que la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) y la Guardia Nacional realizaron a la finca y a unos apartamentos que Makled tenía en Carabobo, se hallaron las credenciales que Aponte Aponte le habría dado al supuesto capo, así como los libros que le dedicó y las invitaciones que le cursó para que acudiera a la boda de una hija y para que asistiera al TSJ, al acto de apertura de actividades judiciales del año 2006.
Para Mármol de León resulta "ilógico" que teniendo esos elementos a Aponte Aponte se le haya permitido continuar en su cargo de magistrado.
"Yo creo que falta algo en esta historia, porque él siempre estuvo muy bien visto, al menos públicamente, dentro del TSJ y en otros organismos del Estado. Meses después de que fueran halladas todas esas pruebas que lo relacionarían con Makled a él se le permitió acceder, por segunda vez, a la Presidencia de la Sala Penal", aseveró, al tiempo que agregó: "Capaz y su destitución no tiene que ver con el narcotráfico, sino que hay otra razón, aunque esto es una presunción mía".
La postura de Mármol es apoyada por otros miembros del máximo juzgado. "Yo creo que la Asamblea Nacional debería pedirle disculpas al país por escogerlo", señaló otro integrante de ese organismo, quien prefirió mantenerse en el anonimato.
El consultado indicó que el caso de Aponte Aponte no solo hace quedar mal al Parlamento, sino también a los organismos de inteligencia. ¿La razón? "El diputado Pedro Carreño (PSUV), quien presidió el Comité de Postulaciones que evaluó a Aponte Aponte, aseguró que las credenciales de él y los demás candidatos a magistrados fueron revisadas por el Sebin y otros cuerpos, pero el hecho de que ninguno detectara que en 2004 le dio una credencial a un presunto narcotraficante es grave".
