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13 febrero 2011

BBC: Venezuela, la “revolución” que no une a sus trabajadores

item El siguiente reporte de la BBC, indica que el Gobierno venezolano divide a los trabajadores del país, y asegura que esto podría afectar la popularidad del presidente Chávez.
Esta es la nota completa de la BBC.

La atomización del movimiento sindical quedó ejemplificada durante los últimos siete días.
El 5 de febrero los trabajadores que rechazan las políticas del gobierno marcharon por Caracas. Días después fue el turno de los “trabajadores bolivarianos”, quienes defendieron el accionar del gobierno.
Pero, ¿qué tanto puede afectar la popularidad del gobierno esta división? BBC Mundo conversó con analistas y diversas figuras del movimiento sindical para analizar el tema.

“Desarticulado”

En algo todos parecen estar de acuerdo: la división de los trabajadores del país.
“El sindicalismo en Venezuela está bastante desarticulado. Los conflictos entre el gobierno y el movimiento sindical originaron fracturas muy grandes. No hay un liderazgo que sintetice las aspiraciones del sindicalismo”, le dijo a BBC Mundo León Arismendi, profesor de Derecho Laboral de la Universidad Central de Venezuela y directivo del Instituto de Estudios Sindicales.
Cuando Arismendi habla de fracturas se refiere a los episodios de 2002 y 2003: el apoyo que dio la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) al golpe contra Chávez y al paro petrolero.
“En esos episodios tomaron decisiones sin consultar a los trabajadores”, asegura Marcela Máspero, coordinadora nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (Únete), una organización cercana al chavismo creada en 2003.
En opinión de Franklin Rondón, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público, el sindicalismo venezolano no está unido porque se relacionan con dos proyectos políticos distintos: “Uno que responde a los intereses del capitalismo y el neoliberalismo, y otro que que busca continuar con un proceso para tener una democracia participativa”.
Rondón desestima que los trabajadores de la CTV, quienes marcharon acompañados por algunos diputados opositores, puedan restarle popularidad al presidente Chávez.
“No creo que al gobierno le preocupe. Son minoritarios. Y no tienen una propuesta seria”, le asegura a BBC Mundo.

¿Nueva era?

En la acera de enfrente, Froilán Barrios, uno de los oradores de la marcha de trabajadores contrarios al gobierno, tiene una visión distinta.
Para el dirigente del Movimiento Solidaridad Sindical la manifestación marcó “el inicio de la recuperación del sindicalismo en Venezuela”.

“El gobierno quiere un sindicato de pensamiento único.
Pero 2011 tiene que ser el año de la refundación del movimiento sindical”, agrega.
El conjunto de organizaciones que marcharon el sábado 5 denuncian que en el país hay 180 dirigentes sindicales y trabajadores que están acusados en la Justicia por participar en protestas.
Además, rechazan la política de expropiaciones y estatizaciones del gobierno, pues aseguran que afecta a los trabajadores.
“Le generan temor a los trabajadores porque no se los toma en cuenta”, opina.
En esa misma línea se expresa Rondón. “Debe hacerse con los trabajadores que conocen la industria”. Sin embargo, aclara que hay que colocarlas en el marco de que “responden a una estrategia orientada al interés público nacional”.
Barrios asegura que Chávez debe prestar atención a lo que sucede en Egipto.
“Los presidentes que no escuchan a los pueblos son blanco de la ira de la gente. Estamos en vísperas de una explosión laboral, hay decenas de conflictos diarios. Si no escucha todo eso, su gobierno se va a enfrentar a un enfrentamiento laboral de envergadura nacional”, anticipa Barrios.

¿Libertad sindical?

El conflicto con los sindicatos Venezuela llegó a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ha pedido al gobierno que respete los derechos de los trabajadores.
“En ningún tiempo los derechos colectivos de los trabajadores (libertad sindical, derecho de negociación colectiva, derecho de huelga) habían estado tan vulnerados como ahora”, señala Arismendi, del Instituto de Estudios Sindicales.
“La criminalización de la protesta es dramática”, agrega.
El organismo ha expresado su preocupación “ante la acumulación de delitos a la que se enfrentan sindicalistas por actividades relacionadas con el ejercicio de los derechos sindicales”.
Sin embargo, desde el sector sindical afín al gobierno se desestima el accionar de la OIT.
“La Confederación de Trabajadores de Venezuela utiliza a la OIT como un escenario político. Dentro de la OIT hay una mano peluda, que no tengo duda que es del imperio norteamericano, que lleva adelante un plan contra Venezuela”, opina Máspero.