En el día de hoy 13-03-2009 las oficinas sede de la Dirección Administrativa Regional del Estado Mérida paralizó absoluta y completamente sus actividades administrativas para enviar a los empleados al acto con motivo de la apertura del año judicial 2009.
Recordamos que en años anteriores permanecía un número reducido de empleados atendiendo necesidades propias que genera la administración, en especial a aquellos trabajadores que no acudieron a la invitación para acudir al acto y que por diversos motivos tenían acreencias en la Dirección Administrativa Regional . Entendemos que debe existir la apertura del año judicial pues es un acto formal y protocolar a los fines de que se informe de alguna manera la gestión que desde el más alto tribunal de la República se adelanta.
Lo que nunca entenderemos como es que se ordena que se paralice la administración cuando tanto trabajo se supone que existe. No recordamos que en anteriores oportunidades se haya paralizado de tal manera la administración que es un acto importante pero que sólo atañe a la justicia.
En un país que reclama cambios profundos donde el ciudadano común no percibe todavía algunos de ellos; en atención de llevar una acción efectiva a favor del pueblo, hacer de los órganos administrativos unos entes realmente eficientes depende de quienes en algún momento ostentan el gobierno, dirección y administración de un órgano administrativo, en el caso que nos ocupa la Dirección Ejecutiva de la Magistratura.
Igualmente debe llamarnos la atención que obligar a los trabajadores a plenar un acto de esta naturaleza cuando lo que el país lo que reclama son instituciones eficientes y cónsonas con los nuevos tiempos es dar pie para que la percepción que tienen los ciudadanos del poder judicial no cambie. Ojalá se obligara a los trabajadores a acudir y asistir a actos con motivo de la celebración del trabajador judicial. Ojalá se reactivara en el poder judicial el deporte que las actuales autoridades lo tienen completa y absolutamente abandonado. Ojalá se respetaran los derechos adquiridos de los trabajadores más aún cuando el mismo patrono a través de actas suscritas por el mismo convalida que dichos pagos deberían hacerse. Ojalá que algún día se respeten a los sindicatos.
Quisiéramos no tener razón pero nos acercamos al día que viviremos la realidad como la de Colombia donde se persiguen y asesinan dirigentes sindicales por el sólo hecho de defender los derechos de los trabajadores.
