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02 diciembre 2012

Implementar el Venedólar

GUILLERMO GARCÍA |  EL UNIVERSAL

domingo 2 de diciembre de 2012  12:00 AM

En la pasada entrega me referí a la complicada situación del mercado cambiario en Venezuela y planteaba la posibilidad que el Ejecutivo Nacional estableciera un nuevo esquema cambiario con tres tipos de cambio diferencial; y presentaba como pudiese establecerlos y en qué rangos de precio se moverían. En tal sentido, sugería un tercer tipo de cambio, que podría establecerse en la Bolsa Pública de Valores Bicentenaria con la aprobación de la negociación de bonos en dólares emitidos por la República o empresas del Estado y ofertado por inversionistas privados y entidades bancarias públicas y privadas, el cual atendería todos aquellos rubros, servicios que no califican en los esquemas de asignación de bienes prioritarios, ni en los de precio diferenciado resultante de las subastas del BCV.

Ante la imposibilidad de levantar el control de cambio de forma abrupta, propongo racionalizar  la entrega de divisas a través de la posibilidad de establecer un esquema cambiario múltiple, en razón de procurar una mejora de la oferta de divisas y una alternativa para flexibilizar el mercado cambiario y hacer mucho más eficiente y económicamente más racional la adquisición de dólares en un esquema de cambio múltiple, a través de la implementación del Venedólar en la Bolsa Pública de Valores. Bajo este esquema, se le brinda al mercado cambiario una alternativa transparente, rápida y segura para las operaciones. Como lo he planteado en varias oportunidades en mis artículos, el esquema del Venedólar podría ser un mecanismo para establecer un esquema de cambio múltiple más transparente y de más amplia participación, y que permita  en el mediano plazo el desmontaje gradual del control de cambio.

¿Por qué su nombre y cómo opera?

El Venedólar recibe su nombre a que la compra venta de dólares está sustentada en la negociación en las Bolsa de Valores de Bonos de la Deuda Pública, Pdvsa y de Organismos del  Estado, denominada en dólares que han sido emitidos en los últimos años por el ministerio de Finanzas y Pdvsa. Dentro de los bonos que conforman  el esquema están los bonos con diferentes años de vencimientos y con diferentes diferenciales de descuento, tasas de interés, vencimiento y rendimiento al vencimiento (Yield to maturity) que se cotizan y negocian hoy en los mercados de valores internacionales.

Mediante el mecanismo del Venedólar, el vendedor (BCV, Fonden, Banco del Tesoro; Pdvsa, Ministerio de Finanzas, inversionistas privados) ofertan los títulos en dólares en la Bolsa y el comprador le cancela el equivalente en bolívares, luego se negocia el bono en el mercado; o a petición del cliente comprador, la Bolsa traspasa los títulos a la cuenta del cliente en la Caja Venezolana de Valores, para que el cliente traspase la custodia a su casa de Bolsa del extranjero para su negociación posterior y las divisas son depositadas en la cuenta que el comprador tiene abierta en un banco en el exterior.

Es importante aquí señalar varios elementos: tanto para el vendedor como para el comprador, la operación es transparente, efectiva y de ejecución inmediata. En este sentido, la Bolsa Bicentenaria se encarga del proceso de comprar y  vender el bono, por lo que el comprador recibe sus dólares o bonos, y el vendedor sus bolívares. Otro elemento importante es que la negociación de los bonos no modifica la paridad fija establecida por el Gobierno, lo que sí va a determinar el monto a cancelar en bolívares por el comprador, será el precio de negociación o cierre de cotización del bono en el mercado local con referencia de negociación del bono en el mercado internacional, más los intereses acumulados hasta la fecha de negociación del Bono.

Beneficios de la implementación del esquema del Venedólar

Permite una válvula de escape para la obtención de divisas para todas aquellas importaciones que no reciban dólares preferenciales vía Cadivi (Primer tipo de cambio), ni del esquema de subasta del BCV (Segundo tipo de cambio) , a través de un esquema transparente y ordenado en la  formación de los precios y  centralización en la Bolsa Pública de Valores Bicentenaria de todas las operaciones que se efectúan, incluso trasladar el actual Sitme, a su medio natural de intermediación bursátil, como lo es la Bolsa.

Sirve además, como mecanismo para la repatriación de capital, utilidades y pagos de regalías de los inversionistas extranjeros en una forma más expedita y segura, ahorrándole divisas al país, que de otro modo se verían  reducidas por la erogación de este concepto, afectando nuestros niveles de reservas internacionales.

En consecuencia, el Gobierno debería evaluar seriamente este planteamiento,  para buscar fórmulas de flexibilización del sistema cambiario como una válvula de escape a la presión cambiaria y una forma más sana, transparente y de mayor certidumbre para todos los agentes que participan en el mercado cambiario; al mismo tiempo que da vida y dinamiza a la Bolsa de Valores Bicentenaria.

Candidato AMDP Harvard University

finanzasaldia@gmail.com

@asesorfinaciero