Ayer
lanzamos el Índice de Libertad Humana 2016. Es nuestro segundo informe
anual que presenta el estado de la libertad general en el mundo basado
en una amplia medición de la libertad personal, civil y económica.
Co-publicado por el Instituto Cato, el Instituto Fraser (Canadá) y el
Instituto Liberales (Alemania), junto con Tanja Porcnik, mi coautora,
examinamos 79 indicadores distintos en 159 países sobre asuntos que van
desde la libertad de expresión y asociación hasta las libertades de las
mujeres, el grado de intercambio voluntario, la seguridad, el Estado de
Derecho y más.
Dado el auge del populismo, el nacionalismo y el autoritarismo en
muchos países del mundo en los últimos años, creemos que es cada vez más
importante no sólo apreciar el valor inherente de la libertad, sino
también apreciar su papel central en el progreso humano. Por esta razón,
creemos que vale la pena medir cuidadosamente la libertad.
Entre las 10 jurisdicciones más libres según el ranking encontramos a
Hong Kong, Suiza y Nueva Zelanda en los tres primeros lugares. Los
Estados Unidos ocupa el puesto 23º. En comparación con 2008 —el primer
año para el cual tenemos datos suficientes para un índice robusto—
Estados Unidos ha estado en declive; ocupó el puesto 16º ese año. En
términos de libertad económica, para la cual tenemos décadas de datos
comparables, Estados Unidos ha estado en una disminución de largo plazo
desde el año 2000. Sin duda, la guerra contra las drogas, la guerra
contra el terrorismo, la expansión de un estado regulador, el
surgimiento del capitalismo de amigotes y la erosión de los derechos de
propiedad debido al abuso del dominio eminente han contribuido a que
Estados Unidos caiga en cuanto al Estado de Derecho y a la libertad
humana en general. Desgraciadamente, Estados Unidos no puede más
pretender ser el bastión de la libertad del mundo.
Otros países con calificaciones relevantes son Chile (29º), el país
más libre de América Latina, y Venezuela (154º), posicionado como el
menos libre de la región (no medimos a Cuba debido a la falta de datos
fiables). India ocupa el lugar 87º, Rusia 115º y China 141º. Turquía
ocupa el 73º lugar, Sudáfrica 74º, Brasil 82º y Egipto 144º.
El nivel de libertad es importante para la prosperidad y el bienestar
general. Por ejemplo, el ingreso promedio per cápita de los países del
cuartil más libre es de 37.147 dólares, muy por encima del cuartil menos
libre (8.700 dólares). Todas las dimensiones de la libertad son
importantes y se refuerzan mutuamente. A medida que los países se
vuelven más libres y, por lo tanto, más prósperos, los datos sugieren
que primeramente tienen niveles relativamente más altos de libertad
económica en comparación a las libertades personales. Y que una vez que
alcanzan un alto nivel de libertad, tienen niveles relativamente más
altos de libertad personal en comparación con los de libertad económica,
pero aun así todos los indicadores de libertad son altos. Dicho de otro
modo, si desea vivir en un país con un alto nivel de libertad personal,
es mejor que tenga un nivel relativamente alto de libertad económica.
También encontramos una fuerte correlación entre la libertad humana y
la democracia, la cual la medimos por separado. Respecto a esto, Hong
Kong es un caso aislado, y dada la creciente interferencia de Beijing
allí, nos preocupa cómo podrá mantener su alto nivel de libertad. Lea la
discusión sobre esto y más en el informe completo.
Ian Vásquez