La nota de prensa semanal
Lo que ha ocurrido con la decisión de cinco jueces penales de primera
instancia, llamados en el nuevo Código Procesal Penal, jueces de
control, no era de extrañar en un gobierno que perdió la confianza del
pueblo y se extravío en las expectativas sembradas a la población, pero
es una perversión judicial.
La decisiones dictadas a título de medidas cautelares por jueces
incompetentes por la materia, constituyen un adefesio, no por la
ignorancia que ellas conllevan, sino porque son irremediablemente la
consecuencia del desmoronamiento de la majestad en el ejercicio de la
noble función jurisdiccional. Prefiero un Juez cargado de expedientes a
un Juez cargado de miedos y de temores.
Estamos viviendo la peor pesadilla en la vida republicana del país;
la impotencia de los ciudadanos de acudir a las instancias legales en
defensa de la Constitución y la democracia, se estrellan ante el
propósito de un gobierno forajido que pretende gobernar a punta de
bayonetas y con la utilización del más alto tribunal, así con
minúsculas, incluidos ahora jueces de mediana jerarquía, para esconder
la facha de la Sala Constitucional y desconocer la voluntad mayoritaria
del país.
Ya no importa el uso de los dineros públicos para fines personales de
los gerifaltes del gobierno, de lo que se trata es del poder por el
poder mismo porque se saben derrotados y entienden que la justicia tarda
pero llegará. Ellos aprendieron el consejo del viejo dictador cubano,
Fidel Castro, quien les inoculó el veneno de las dictaduras de no hacer
elecciones cuando se sabe que no las tienen ganadas, pero tambien les
inoculó el de la cobardía y para ello utilizan peligrosamente como
caballos de troya a estos jueces para violar la Constitución.
Que no quepa duda, ni Fujimori, ni Pérez Jiménez ni Pinochet fueron
peores que este gobierno, estamos en presencia de una dictadura de nuevo
tipo.
El derecho al sufragio, al ejercicio del voto para elegir a sus
gobernantes o revocarles el mandato, es un derecho constitucional que se
inscribe en el rango de los derechos y garantías que se consagran en
nuestra Carta Magna como derechos fundamentales. Así lo señala el
llamado librito azul por los jerarcas del chavismo, el mismo que fue
calificado como la mejor Constitución del mundo, en el título de los
deberes, derechos humanos y garantías constitucionales, advirtiendo que
la falta de reglamentación de estos derechos no menoscaba el ejercicio
de los mismos.
De modo, pues, que en esta pesadilla que vivimos los venezolanos de
violación flagrante a la Constitución, podemos concluir que no hay en
Venezuela efectividad de los derechos constitucionales, si los órganos
que ejercen el poder judicial, a requerimiento de los interesados no
tienen la competencia material para dictar decisiones que afecten
aquellos derechos constitucionales, entre ellos el derecho a revocar el
mandato de un presidente de la República en los términos establecidos en
la Constitución.
Ciudadanía y política