Inmersa la dirigencia sindical en la lucha por las reivindicaciones y derechos de los trabajadores, quienes asumimos este “trabajo social” lo hacemos plenamente convencidos de que protegemos no solo derechos particulares, sino que en la mayoría de los casos derechos colectivos. El dirigente sindical siempre ha sido perseguido por el patrono de turno. Claro ello se explica porque en gobiernos de corte neo-liberal en un mundo con influencia directa de la globalización económica que expande principios neoliberales con el serio fin de implantar a nivel mundial un modelo de flexibilización laboral que abarate la mano de obra, no entra en los planes económicos de este tipo de implementación o política neoliberal las reivindicaciones de los trabajadores de cualquier sector. Y aquí debemos reseñar lo que con acierto nos indica Luis Galviz, Secretario de Finanzas del Comité Directivo Nacional del SUONTRAJ “Los trabajadores tribunalicios, pertenecen al sector público, pero con características diferenciales un tanto demarcadas, por la naturaleza de la labor que realizan; es decir ser auxiliares de la administración de justicia venezolana; es así, como en estos tiempos de reformas, el sector laboral judicial, también esta siendo afectado seriamente por la flexibilización laboral impuesta tanto por el Banco Mundial como por el Fondo Monetario Internacional, en otras palabras se trata de reducir costos a nivel de la “producción”.
En este marco de ideas, quienes tenemos la alta responsabilidad de dirigir los sindicatos, muy especialmente dentro del Poder Judicial, siempre hemos sido atacados por el ente patronal. Hoy día esa persecución se manifiesta, entre otras cosas, en el desconocimiento soterrado de Cláusulas contractuales, que en definitiva afecta a todos los trabajadores. Vemos como el patrono además de vulnerar cláusulas de diferente orden (económicas, sociales, etc.) viola flagrantemente las suplencias, comisiones de servicio y la prelación para la provisión de cargos vacantes. Y aquí es importante resaltar la nueva forma de dominación hacia los trabajadores y muy especialmente hacia los dirigentes sindicales.
Además por supuesto de no cumplir con tales obligaciones (contractuales), aquellos dirigentes sindicales calificados para desempeñar funciones de rango superior, los aprietan hasta el punto de asfixiarlos colocándolos en cargos para los cuales están sobre calificados, con el único propósito de hacerlos renunciar y sometiéndolos a estar en cargos donde están sub-utilizados.
Nada que decir sobre la especial maniobra de no otorgar permisos sindicales sin ni siquiera argumentar excusa alguna.
Es esta la línea dictada por las autoridades de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura DEM. Ahogar a la dirigencia sindical hasta hacer que desaparezca. Perseguirlos y arrodillarlos.
Le advertimos al ente patronal que este sindicato, el más poderoso del poder judicial, fiel a sus principios y valores no se arrodilla ante prebendas burocráticas y de turno. No es acomodaticio y no se esconde. Allá aquellos sindicatos, quienes tendrán la responsabilidad de explicarles a sus afiliados la razón por la cual se acomodan a los intereses de la clase patronal.
La lucha sindical, es una lucha que no acaba, que se exige con el tiempo y se ajusta a las necesidades de la clase trabajadora judicial. Es y será siempre una lucha clasista; mermada si, pero jamás acabada o liquidada. Quienes crean que los sindicatos fenecerán por los gobiernos de turno se equivocan. Los gobiernos represivos, nos ha dicho la historia, no se remozan sino que profundizan las serias brechas sociales de la clase trabajadora.
Por suerte una nueva generación de dirigentes sindicales, en un Estado tan represivo como el actual, trata de abrirse paso defendiendo los derechos de los trabajadores.
En contraste con esta triste realidad mantenemos la fe en el porvenir llevando siempre una palabra de aliento y de estimulo a la clase trabajadora de este país que emerge como el ave Fénix; se abre paso hacia el futuro con un claro mensaje de renovación. Es entonces tiempos de decir: adelante trabajadores el futuro es nuestro¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
En este marco de ideas, quienes tenemos la alta responsabilidad de dirigir los sindicatos, muy especialmente dentro del Poder Judicial, siempre hemos sido atacados por el ente patronal. Hoy día esa persecución se manifiesta, entre otras cosas, en el desconocimiento soterrado de Cláusulas contractuales, que en definitiva afecta a todos los trabajadores. Vemos como el patrono además de vulnerar cláusulas de diferente orden (económicas, sociales, etc.) viola flagrantemente las suplencias, comisiones de servicio y la prelación para la provisión de cargos vacantes. Y aquí es importante resaltar la nueva forma de dominación hacia los trabajadores y muy especialmente hacia los dirigentes sindicales.
Además por supuesto de no cumplir con tales obligaciones (contractuales), aquellos dirigentes sindicales calificados para desempeñar funciones de rango superior, los aprietan hasta el punto de asfixiarlos colocándolos en cargos para los cuales están sobre calificados, con el único propósito de hacerlos renunciar y sometiéndolos a estar en cargos donde están sub-utilizados.
Nada que decir sobre la especial maniobra de no otorgar permisos sindicales sin ni siquiera argumentar excusa alguna.
Es esta la línea dictada por las autoridades de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura DEM. Ahogar a la dirigencia sindical hasta hacer que desaparezca. Perseguirlos y arrodillarlos.
Le advertimos al ente patronal que este sindicato, el más poderoso del poder judicial, fiel a sus principios y valores no se arrodilla ante prebendas burocráticas y de turno. No es acomodaticio y no se esconde. Allá aquellos sindicatos, quienes tendrán la responsabilidad de explicarles a sus afiliados la razón por la cual se acomodan a los intereses de la clase patronal.
La lucha sindical, es una lucha que no acaba, que se exige con el tiempo y se ajusta a las necesidades de la clase trabajadora judicial. Es y será siempre una lucha clasista; mermada si, pero jamás acabada o liquidada. Quienes crean que los sindicatos fenecerán por los gobiernos de turno se equivocan. Los gobiernos represivos, nos ha dicho la historia, no se remozan sino que profundizan las serias brechas sociales de la clase trabajadora.
Por suerte una nueva generación de dirigentes sindicales, en un Estado tan represivo como el actual, trata de abrirse paso defendiendo los derechos de los trabajadores.
En contraste con esta triste realidad mantenemos la fe en el porvenir llevando siempre una palabra de aliento y de estimulo a la clase trabajadora de este país que emerge como el ave Fénix; se abre paso hacia el futuro con un claro mensaje de renovación. Es entonces tiempos de decir: adelante trabajadores el futuro es nuestro¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Francisco Cermeño Z.
Sec. de Organización de SUONTRAJ Seccional Mérida
