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06 diciembre 2016

¿Cuál es el impacto del recorte de la OPEP para Venezuela?







El 30 de noviembre, la OPEP anunció un recorte de 1,2 millones de barriles diarios (BD) de petróleo entre sus países miembros —una reducción de 4% de producción de la OPEP— a partir de enero de 2017. Además, algunos productores fuera de la OPEP contribuirían con reducciones por 600.000 BD, y particularmente Rusia recortaría 300.000 BD. Venezuela acordó recortar 95.000 barriles al día su producción en el marco del acuerdo.

Un primer elemento a tomar en cuenta, es que el precio del petróleo en el mercado internacional debe aumentar al menos 6 dólares por encima del precio promedio actual de 34,21 dólares por bolívares de la canasta venezolana para que los ingresos en divisas de PDVSA en 2017 sean similares a los de 2016. En otras palabras, para compensar la disminución en la producción por el recorte OPEP, el precio promedio del año debe aumentar en al menos 6 dólares.

Según el presidente de PDVSA, Eulogio Del Pino, el acuerdo podría lograr que los precios suban entre 10 y 15 dólares por encima del nivel actual. ¿Cuánto podría aliviar las necesidad de divisas un incremento del precio de esta magnitud? De lograrse este resultado, habría una mejora en los ingresos a la caja de PDVSA con respecto a 2016 pero no habrá una mejora sustantiva en los resultados económicos del país debido a la precaria situación en la cual se encuentran variables claves.

Vale recordar que en 2015 y 2016 la República ha liquidado activos para suplir parte de sus necesidades de importaciones y pagos de deuda, y así compensar la merma en la entrega de divisas por parte de PDVSA. Es notable el caso de las reservas internacionales, que han caído en 4.622 millones de dólares en lo que va de año. Para 2017 quedan pocos de estos activos liquidables, particularmente las reservas internacionales se encuentran en 11.748 millones de dólares al 30 de noviembre de 2016. Mientras, los compromisos del país son más grandes, tal que solo en deuda externa PDVSA y la República deben pagar respectivamente 6.800 y 3.000 millones de dólares en 2017. Y no hay que olvidar que la notable caída de las importaciones en —una caída de 45% según nuestras estimaciones— ha contribuido al deterioro y recesión en las actividades económicas de este año. Se suma a todo lo anterior las caídas en la producción de PDVSA como consecuencia de haber invertido sistemáticamente por debajo de lo óptimo desde al menos 2014.

En estas condiciones, un aumento de 15 dólares en el precio promedio del año sería equivalente a cerca de 7.000 millones de dólares adicionales, que el Estado venezolano tendría que utilizar para permitir que PDVSA invierta en recuperar y sostener producción, pagar deuda externa y comercial, o mantener el nivel de importaciones. En ausencia de suficientes activos liquidables y sin acceso al crédito internacional, la nación no podrá cumplir con todo a la vez, incluso si el barril lograra subir 15 dólares. Un aumento en esta magnitud sería un alivio pero no sería suficiente para revertir los graves problemas de funcionamiento de nuestra economía.
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Barbara Lira (@BSLira) es economista de ODH; Richard Obuchi (@RichardObuchi) es Director de ODH y profesor del Centro de Políticas Públicas del IESA