Recientemente mientras me dirigía a mi hogar en horas de la noche,
luego de una larga jornada de trabajo, me encontré con unos policías que
estaban realizando un operativo preventivo en una de las principales
vías de tránsito de la ciudad.
Había algunos vehículos detenidos por policías, por tanto era
obligatorio reducir la velocidad, al acercarme uno de los uniformados
se colocó en frente de mi vehículo y con un foco me indicó que me
detuviera a la derecha. Tan pronto cumpí con su solicitud me hizo su
pregunta de rutina ¿es policía o porta armas de fuego? (no sé si alguien
le ha respondido “sí, tengo un arsenal ilegal en el baúl) amablemente
le respondí que no y procedí a mostrarle el carné que me acredita como
miembro del “honorable” Colegio de Abogados. El uniformado lo miró, me
dijo que los abogados somos amigos de la policía y preguntó si no había
algo para la cena. Me hice el desentendido, tomé mi carné y le dí las
buenas noches.
Al
día siguiente, mientras compartía con unos colegas, les conté lo que me
había sucedido la noche anterior y entre risas todos coincidieron en
que esa era la única utilidad que le habrían encontrado al
mencionado carné. Eso me puso a pensar y a preguntarme ¿para qué sirven
los colegios de abogados?
Atribuciones de los colegios de abogados
Los gremios de abogados surgieron, entre otras razones, para promover
la investigación en ciencias jurídicas, mejorar la calidad de la
educación jurídica y la actualización académica permanente de los
abogados, hacer que sus miembros actúen de acuerdo al código de ética,
promover la mejoría en las condiciones laborales de sus miembros,
asegurar el libre acceso de todas las personas a la justicia y preservar
la independencia de los abogados y funcionarios judiciales.
Además, en los países que se regula el acceso al ejercicio del
derecho suelen delegar la administración de los exámenes con estos fines
a los colegios de abogados, éste es el caso de la American Bar
Association en Estados Unidos, la cual tiene más de cien años de fundada
y además de acreditar a los abogados que pasan los exámenes para poder
ejercer en sus respectivas demarcaciones, también tiene la facultad de
acreditar las escuelas de derecho.
En Francia hay 163 colegios de abogados distribuidos por todo el
territorio. Anualmente éstos se encargan de publicar la lista oficial de
los juristas acreditados para ejercer en sus respectivas demarcaciones.
Asimismo, controlan los acuerdos laborales entre abogados, sean de
trabajo asalariado, igualado o cualquier tipo de sociedad entre ellos.
Lo más extraño y me parece que singular que tiene éste colegio son las CARPA, que son las cajas financieras por las que tienen que ser depositados los cobros y pagos que los clientes realicen a los abogados.
Los colegios de abogados en España y Latinoamérica
El primero colegio de abogados de Iberoamérica nació en México. Fue
fundado en 1760 y denominado como el Ilustre y Real Colegio de Abogados
de México.
Desde entonces son pocos los cambios que dichos colegios han sido
capaces de experimentar. Si realizamos una auditoria visual a los
distintos sitios web de nuestros colegios en Iberoamérica podremos
comprobar que sólo el Consejo General de la Abogacía Española está dando pasos serios para proveer a sus miembros de un sitio y servicios útiles para abogados del siglo XXI.
Sin embargo, es mucho lo que nos falta por avanzar. Ojalá que los
abogados nos empoderemos de la realidad de nuestros gremios y promovamos
la actualización de ellos, a fin de que sean capaces de ofrecer
soluciones para los males que amenazan el ejercicio del derecho en la
era de la información y la tecnología.
Colegio de Abogados de la República Dominicana
En República Dominicana el CARD deja
mucho que desear y no creo que muchos se sientan orgullosos de formar
de él, pues una prueba de ellos es que la mayoría de sus miembros sólo
acuden a éste cuando requieren el pago de la membresia requerida para la
obtención del carné.
A lo largo de los años el CARD se ha limitado a patrocinar diplomados
que poco aportan a la mejora de la calidad de los profesionales de
nuestro país, está ausente de los debates sobre temas jurídicos, nunca
lo he escuchado referirse a la mejora de las condiciones laborales de
los abogados y ni hablar sobre su (carencia) de promoción de un
ejercicio ético de la abogacía.
Constantemente sus directivos han sido acusados de manejar de manera
irregular los fondos aportados por los miembros como los que son
erogados por el Estado; fondos que también son pagados por los abogados a
través las tasas judiciales que han sidos impuestas.
Espero que se genere un debate sobre el tema y que los abogados
dejemos de ignorar la importancia que representa tener colegios fuertes y
con participación activa de sus miembros.