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Luego de una jornada inédita para el balompié local, en la que la mayoría de los profesionales se negaron a jugar y los equipos resolvieron con juveniles, la FVF ratificó la continuidad del Clausura, pese a la tensión que atraviesa el país.
El duelo Táchira-Anzoátegui fue suspendido por las constantes manifestaciones en San Cristóbal, pero el resto no se reprogramó y ya Estudiantes y Caracas estarían viendo consecuencias: el cuadro merideño estaría buscando alternativas para llegar al recinto, mientras que el Rojo ni siquiera había logrado salir del hotel de concentración a las 3:10 PM.
Un jugador avileño confirmó que se mantenían sin lograr encaminarse al polideportivo por las protestas en los alrededores de su ubicación, y la cuenta regresiva para la hora del juego complicaba aún más la situación que atravesaba el conjunto capitalino.
El cotejo, sin embargo, quedó suspendido según informó una fuente del equipo visitante. La FVF habría dado la orden al delegado del encuentro de posponer el careo.
En la séptima fecha, Táchira no logró trasladarse hasta El Vigía, y el Consejo de Honor de la FVF le otorgó los tres puntos a la escuadra platanera por incomparecencia del rival.
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