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06 diciembre 2013

Fracturas de conductores han ocurrido en líneas de menor tensión

 

Chacón sostuvo la tesis del sabotaje al señalar que “hubo una acción directa sobre ese conductor" | Cortesía Corpoelec

Chacón sostuvo la tesis del sabotaje al señalar que “hubo una acción directa sobre ese conductor" | Cortesía Corpoelec

Las líneas de 765 kV se inspeccionan con helicópteros para determinar zonas críticas y ordenar su reparación antes de que ocurra un incidente que genere una falla eléctrica

Fabiola Zerpa 5 de diciembre 2013 - 12:01 am

Fracturas de conductores como la ocurrida el lunes, que generó un apagón en 19 estados más la capital, han ocurrido en el pasado en el sistema interconectado eléctrico nacional, en sus líneas de 115 kV y 400 kV, refieren fuentes de Corpelec y ex gerentes de Edelca.

El martes Jesse Chacón, ministro de Energía Eléctrica, afirmó que era un evento inédito. “Nos llama la atención que es la primera vez en la historia de esta línea que se corta un conductor de esta envergadura y se viene a tierra. El sistema tiene más de 30 años y jamás ha ocurrido una falla de estas características en el sistema”, dijo.

Chacón sostuvo la tesis del sabotaje al señalar que “hubo una acción directa sobre ese conductor, sabiendo la importancia de esas líneas y sus dependencias para soportar la carga del Guri". El origen de la caída del conductor –de cuatro que van en paralelo entre torre y torre- se debió a la rotura de un espaciador-amortiguador. Este elemento mantiene estabilizados los cuatro conductores de las líneas de 765 kV, para que no choquen entre sí por la fuerza del viento y la lluvia.

Fuentes coinciden con Chacón en que casos como el del lunes en la noche han sido poco frecuentes en las líneas de 765 kV, por el celo con que eran mantenidas por Edelca, responsable de su funcionamiento. Sin embargo, refieren que sí han ocurrido en líneas de menor voltaje.

Un caso sucedió en 1998, en el sistema de líneas de transmisión a 400 kV, en el tramo entre la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, en Guri, y la subestaciones El Tigre, en el estado Anzoátegui.  Una cable sostenido entre dos torres se cortó en el trayecto de las líneas que cruzan el río Orinoco. “Fue algo similar. Un espaciador que estaba justo en la mitad del vano (espacio entre torre y torre) se rompió por efectos de la corrosión. Los trabajos para colocar de nuevo el conductor duraron al menos tres días porque ocurrió en una zona muy difícil de acceder”, recuerda un trabajador. La línea estuvo fuera de servicio durante un mes, agrega un ingeniero. “Pero no afectó el sistema troncal de transmisión y no hubo apagón alguno porque la falla quedó aislada”.

Las líneas de menor voltaje también sufren. En los años 90 hubo problemas de ruptura de conductores en una línea a 115 kV por problemas de falta de espaciadores-amortiguadores, refirió Aurelio Mogno, ingeniero ex funcionario de Edelca. “Allí solamente falló el servicio a una empresa de electricidad en Soledad (Anzoátegui).  También ha habido casos de cazadores que han disparado a las cadenas de aisladores en las líneas a 400 kV cercanas a Valle de la Pascua, sin consecuencias. A su juicio, es imposible el sabotaje sobre el conductor. “Ningún ser humano se puede acercar a menos de 6 metros de una línea de 765 kV sin ser electrocutado”.

Las inspecciones de las líneas son una labor clave para detectar las condiciones de los conductores (cables), así como otros componentes de las torres (cadena de aisladores, amarres, perfiles, base). Las de mayor potencia (765 kV) se vigilan con vuelos en helicópteros porque los componentes están situados a gran altura (de 15 a 40 metros). Las de menor energía (400 kV, 230 kV y 115 kV) se revisan vía terrestre y a simple vista.

Para conocer las condiciones de espaciadores-amortiguadores rotos de líneas de 765 kV y de otros elementos, se deben hacer revisiones a través de cámaras termográficas, que determinan si hay un aumento de la temperatura en zonas del cableado. Si es así, significa que en esas áreas hay un desgaste de material que debe ser reparado. Estas zonas se denominan “puntos calientes”. Una revisión a tiempo del conductor entre la torres 5 y 6 del tramo San Gerónimo-La Horqueta hubiera prevenido su caída, señala un experto consultado.