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18 noviembre 2012

Urge solventar el colapso de la morgue

    Estiman que en la ciudad deberían existir de diez a 15 mesas de autopsias

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    El desaseo y el desorden imperan en la antesala de la sala de autopsias de la Morgue de Bello Monte FERNANDO SÁNCHEZTOMÁS RAMÍREZ GONZÁLEZ |  EL UNIVERSAL

domingo 18 de noviembre de 2012  12:00 AM

Es difícil abrir la puerta de la cava principal de la Morgue de Colinas de Bello Monte los fines de semana. Los funerarios, quienes acompañan a los familiares en el reconocimiento de los cuerpos, deben caminar entre los cadáveres con temor a que uno de los que presentan estado avanzado de descomposición estalle a su paso.

Unos 20 cajones-cavas, divididos por paneles metálicos, soportan la pila de cuerpos que se eleva cada fin de semana.

Una vez autopsiados los cuerpos, son cerrados y colocados en el espacio refrigerado.

"Ahí quedan unos encima de otros. Los lanzan y ahí quedan, como caigan", aseguró un funerario.

De acuerdo con informaciones de un funcionario que no quiso ser identificado, en la morgue caraqueña se realizan diez autopsias diarias. Según el reporte de los funcionarios del Cicpc, 536 cadáveres fueron ingresados durante el mes de octubre.

En promedio, habría que realizar más de 17 autopsias diariamente para poder entregar un cadáver al día. Y lo cierto es que se realizan solo diez cada día por la falta de personal y por carecer de condiciones físicas adecuadas, de acuerdo con informaciones extraoficiales.

Antonietta De Dominicis, presidenta de la Asociación Venezolana de Medicina Forense, y exdirectora de la dependencia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, considera urgente la construcción de una morgue adaptada a la población caraqueña, que sobrepasa los seis millones de habitantes. "Apenas tiene seis mesones de autopsia. Lo ideal sería que tuviese de diez a 15 mesas de Morgagni".

Cuatro médicos patólogos laboran actualmente en la Medicatura Forense. Durante la guardia de fin de semana, uno trabaja el sábado y otro los domingos, indicaron funcionarios que no se identificaron. "¿Si no hay patólogos para qué sirven los mesones?", expresó De Dominicis.

En 2004, unos doce médicos, incluyendo al jefe, laboraban en la institución, adscrita al Cicpc. A partir del aumento de la criminalidad, del año 2001 al 2003, autopsiaban dos doctores por guardia. "Hacíamos la labor ad honorem", recordó la especialista.

En cuanto a la lentitud del proceso de entrega de cuerpos, De Dominicis explicó que en otros países los cadáveres son guardados en una cava, y las autopsias se van realizando poco a poco.

En Caracas, los patólogos deben trabajar más rápido por el alto número de ingresos.

Hay casos más complicados; los cadáveres no identificados que no son reclamados. En el trabajo de autopsia debe participar el antropólogo y odontólogo forense, de acuerdo con la doctora. Los profesionales deben hacer una documentación especial y trabajar con la familia del fallecido, lo cual retarda el proceso.

Los funcionarios de la Medicatura Forense deben esperar un mes, aproximadamente, para enterrar los cuerpos que no han sido reclamados por los familiares, en un espacio destinado para ello en la terraza cinco del Cementerio General del Sur.

"Si no haces programas de prevención del delito no se va a resolver nada de esto", expresó la especialista, quien recomienda que la morgue debe estar en un lugar amplio, con áreas verdes.

tramirez@eluniversal.com