ORIAN BRITO PEÑA | EL UNIVERSAL
sábado 10 de noviembre de 2012 12:00 AM
Muchos están cansados del tema, otros consideran que hubo sobreexposición, pero más allá de las consideraciones, una nueva aberración ocurrió en el Sistema Judicial Venezolano con la detención de la "actriz" Jimena Araya, conocida por todos como Rosita, la sirvienta sexy del programa cómico de Venevisión. Una joven que fue detenida por su presunta vinculación con la fuga de un delincuente -o pran- de la cárcel de Tocorón y que a pesar de las evidencias encontradas en correos electrónicos, testimonios registros y además evadir a la justicia, actualmente está en libertad, si lo desea puede irse este fin de semana a la costa de Aragua a bailar tambor y celebrar junto a familiares y fans.
Una libertad que no se sustenta con alegatos jurídicos sino con elementos físicos y por darle el pecho a la revolución y a directivos del partido Podemos, quienes logísticamente y económicamente hicieron todo para Araya recuperara su libertad. Otra es la suerte que corren las que no tienen 90-60-90, como la juez María Lourdes Afuini, imputada por el delito inexistente de la corrupción espiritual, quien tiene que insistir por diversas vías para que le sea autorizada una revisión médica, y cuando la consigue, se realiza en compañía de militares que entran a la consulta si es preciso, en cambio Rosita por una conjuntivitis le practicaron exámenes forenses y fue trasladada por dos oficiales que podrían ser vigilantes, sin esposas, tal vez para tomarse fotos en el trayecto.
Iván Simonovis, quizás por pertenecer al género masculino, enfrenta una situación peor, con patologías graves a quien no le conceden medidas humanitarias y el calvario para solicitar una revisión médica es más engorroso que armar 900 carpetas para Cadivi. La semana pasada fue castigado porque la diputada Delza Solórzano intentó visitarlo, en consecuencia, no pudo recibir la visita familiar. Su esposa Bony, expresó en una entrevista radial, que pierde las esperanzas frente a tanta impunidad, no es para menos, sin embargo, abandonar los recursos tampoco es la mejor vía.
Quienes no cuentan con la figura de Rosita, ni con el "apoyo" del partido Podemos, se aferran a la amnistía que posiblemente otorgue el Gobierno en diciembre, extraoficialmente se conoció que el abogado Hermann Escarrá, sería el enlace entre el Estado y los familiares de los presos políticos, un interlocutor impuesto por el régimen quien pone las reglas y es el primero que las viola. En las escuelas de Derecho en Venezuela, cientos de jóvenes invierten tiempo, recursos y dinero para capacitarse frente un obsceno sistema plagado de vicios, complacencia y control del Estado. Casos como estos, así como el retardo procesal y las leyes insólitas hechas en socialismo, deben ser estudiados exhaustivamente y ser tomados como el modelo a erradicar, pues frente a este contexto la única persona que confía en la justicia venezolana es "Rosita" y ya sabemos el motivo. El Estado de Derecho se amolda a las curvas de unas y desaparece a la vista de todos, ¿usted ha visto, ha visto?
@OrianTw
