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28 noviembre 2012

Improperios, descalificaciones, mentiras, no detienen a Florencio Porras

Publicado: 25 de noviembre de 2012 | 8:25 pm

Improperios, descalificaciones, mentiras, no detienen a Florencio Porras

Digan lo que digan no lograrán que pierda la gobernación

***El ex gobernador estuvo recorriendo diferentes comunidades este fin de semana en los municipios Miranda, Pueblo Llano y Cardenal Quintero, en donde una vez más reiteró su solidaridad con el pueblo merideño, atacado por apoyar su candidatura.

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Texto: Celina Sulbarán–Fotos: Comando Centauro

Florencio Porras sigue recorriendo los diferentes municipios del estado Mérida, parroquia por parroquia, casa a casa, en contacto directo con la gente, tocando su corazón, mientras tanto hay personas que le siguen lanzando improperios, descalificándolo, inventando cosas, diciendo mentiras.

Ante los ataques constantes, no solo contra su persona sino contra el pueblo merideño porque lo apoya, el ex gobernador les dice “sigan gastando dinero e insultándome, yo igualito les voy a ganar el 16 de diciembre y a ese pueblo  hermoso que me apoya, mi solidaridad con él, son mi razón de estar acá y les digo que siempre lo defenderé”.

Florencio Porras estuvo el pasado viernes en los municipios Pueblo Llano y Cardenal Quintero, desde donde dijo que ninguno de los que hoy están ensañados contra él, como nunca lo han estado con ningún adversario del presidente Hugo Chávez, tiene moral y como ellos han puesto en evidencia esa vieja pelea en el seno del chavismo, con mucho gusto acepta la pelea, destacando, por ejemplo, que Diosdado Cabello, quien le dice adeco, es el personaje más cuestionado de la revolución bolivariana.

Por ejemplo, recordó, que estuvo en Santo Domingo cuando la tragedia del páramo siendo ministro de Infraestructura y dijo a través de una emisora (tienen grabada la entrevista), que de manera inmediata se habían asignado dos millones y medio de dólares para atender la emergencia y a la fecha todavía están esperando aunque sea un centavo de ese dinero.

También recordó que al final, él como gobernador, resolvió la emergencia sin esa ayuda económica, con las alcaldías. Se preguntó, Diosdado por qué perdió en Miranda? Un personaje repudiado por la gente hasta del mismo partido, pero que recibió luego varios premios, entre ellos el Ministerio de Infraestructura y la vicepresidencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

El Chavismo no es solo el PSUV

Dejó claro el candidato a la gobernación de Mérida que el PSUV es un partido y el chavismo es un espectro que va más allá del mismo. Destacó que ahora lo critican por estar en contra de las imposiciones y decir la verdad. “Yo soy un soldado de la revolución, creyente real del poder popular, mientras otros dicen estar en la revolución y andan es hablando tonterías o insultando a todos y a través de los medios, disfrazados de rojo diciendo cualquier barbaridad, y sin embargo la gente lo que está es reclamando una acción de gobierno, respuesta a tantas necesidades”.

Dijo que como ellos (dirigencia del PSUV) plantearon las cosas públicamente, entonces, él les responde públicamente también, dejando claro una vez más que no está confrontando al presidente Chávez, a quien respeta profundamente y reconoce su liderazgo, pero ahora con más fuerza confrontará a los farsantes que lo rodean y se creen dueños de la revolución. “Mérida les demostrará lo que vale un pueblo unido, su dignidad, el reclamo que hace por ser respetado, que sigan trayéndose a sus Mario Silva y todo lo que tengan allá en Caracas a seguir insultando, el pueblo merideño con las banderas muy en alto de la dignidad revolucionaria, les dará una tremenda lección. Vamos a ganar sin comprar votos y sin obligar a la gente para que asistan a los actos políticos. Tampoco vamos a cometer ilícitos electorales con el uso de los bienes del estado, los vehículos de Pdvsa por ejemplo, nos extraña que no exista una fiscalización del CNE para aplicar las sanciones correspondientes, bueno después no se quejen que les demos una paliza electoral con nuestros votos a pesar del evidente y descarado ventajismo”.