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10 junio 2010

La burguesía “apátrida y parásita”, ¿ el nuevo chivo expiatorio de Hugo Chávez ?

El presidente Hugo Chávez declaró en estos días una “guerra” contra la burguesía venezolana, expropió terrenos y comercios, y aumentó el control del mercado cambiario, un impulso de su agenda que expertos vinculan a su necesidad de ganar las legislativas de septiembre.

“Chávez está avanzando hacia un control de la sociedad, no sólo del Estado. Su objetivo es que todo dependa de su decisión absoluta: concesión de dólares, distribución de alimentos o temario escolar”, declaró Alexander Luzardo, doctor en Derecho Político, a la AFP.

“Es un proyecto totalitario que avanza por fases y una de ellas son las elecciones“, agregó el experto, uno de los responsables de la campaña que hizo ganar a Chávez las primeras elecciones en 1998.

Para seguir adelante con su proyecto político, Chávez aspira a ganar al menos dos tercios de los escaños de la Asamblea Nacional (Parlamento), dominada actualmente por el oficialismo. “Si la burguesía logra la mayoría sería un verdadero desastre”, admitió el mandatario.

Según la encuestadora Datanálisis, en este momento oficialismo y oposición “en terminos de votos están equilibrados”. Sin embargo, Chávez ya demostró en el pasado que puede dar vuelta los sondeos gracias a su incombustible fuerza en campaña.

“Son elecciones parlamentarias pero los candidatos pasan a segundo plano. La campaña se centra en él. Él es Superman”, consideró Luzardo.

En esta ocasión, problemas como la inseguridad, la crisis eléctrica, la altísima inflación o el desabastecimiento juegan contra Chávez. “Su frustración ante lo que no sale como él desea fomenta su radicalización”, aseguró José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencia Política en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En estos días, el mandatario mandó un mensaje contundente a quienes puedan planear sacarlo del poder por la fuerza. “Que no se les ocurra porque la revolución podría cambiar de carácter aquí”, avisó.

Para Carrasquero, es “probable” que el mandatario “ignore” la voluntad del pueblo si los resultados electorales le son adversos. Como ejemplo, el experto recordó que el jefe de Estado prácticamente “hizo desaparecer” la alcaldía metropolitana de Caracas cuando la perdió en 2008.

“El presidente sólo ve la democracia como algo utilitario: la gente vota por él y él usa ese voto”, aseguró.

Pero después de que su popularidad llegara al nivel más bajo (43%) en 10 años en febrero, logró recuperar parte del terreno perdido.

Todo ello gracias a “una estrategia agresiva de comunicación” y a la presentación de “chivos expiatorios que le libran de responsabilidad en los graves problemas económicos que vive el país”, asegura Luis Vicente León, responsable de Datanálisis.

Predicando un socialismo que es la “redención del pueblo” y obviando que el Producto Interior Bruto (PIB) retrocedió 5,8% en el primer trimestre, Chávez expropió recientemente varias compañías, como los hipermercados Éxito, del grupo francés Casino, y la empresa alimentaria Monaca, en manos del mexicano Gruma.

Además, decidió regularizar y restringir el mercado paralelo del dólar, por el que entran al país 40% de las importaciones, al no conseguir divisas del Estado. El objetivo: terminar con la especulación.

“Chávez crea una amenaza, busca siempre un enemigo y se presenta como el defensor de la gente. Ahora el enemigo son la burguesía y la empresa privada”,consideró Carrasquero.

En los últimos días, el gobernante personalizó sus ataques contra esta burguesía “apátrida” y “parásita” en Lorenzo Mendoza, presidente del gigante de la alimentación Polar, que distribuye -entre otros productos- la cerveza más popular de Venezuela.

“Pero la gente tiene una relacion histórica con Polar y los trabajadores la defienden, lo que hace más difícil vender la idea de buenos y malos”, opinó León.

Pese al costo político que acarrearía, el jefe de Estado amenazó con nacionalizar la compañía y aseguró que Mendoza irá directo “al infierno” por “explotador”.

Beatriz Lecumberri // Agence France-Presse