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14 mayo 2010

REFLEXIÓN SOBRE EL SINDICALISMO TRIBUNALICIO CON MOTIVO DEL 29 DE MAYO, DÍA DEL EMPLEADO JUDICIAL

Por: Luis Martín Galviz *

A propósito de la asistencia de una representación del SUONTRAJ al Congreso Fundador de la Central Sindical de las Americas (CSA), realizado en la ciudad de Panamá entre el 23 y 29 de abril de 2.008. Tuve la oportunidad de conversar con el destacado dirigente sindical de los judiciales del Ecuador, el compañero Luis Muñoz Pasquel (Lucho), ex Presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Judiciales del Ecuador- FENAJE; quien en su peregrinar por varios países de la región suramericana, nos visitó acá en Venezuela, en dos oportunidades, trayéndonos la propuesta de la creación de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Judiciales, hoy en día toda una realidad..

En la actualidad, Lucho es un perseguido de la justicia ecuatoriana, debido a las denuncias que, él y la FENAJE, …”hicieron en su momento de las irregularidades que se estaban produciendo en la Corte Suprema de Justicia, así­ como en el Consejo Nacional de la Judicatura y, fundamentalmente, por no estar de acuerdo con la reorganización de la función judicial por ser atentatoria a la estabilidad laboral y carrera de los trabajadores y trabajadoras judiciales del Ecuador y proponer acciones legales para frenar dicho intento.

La penalización de la protesta sindical, razón aducida por la Tercera Sala de la Corte Superior de Justicia de Quito, al considerar invasión a edificio público una acción sindical de la FENAJE, violenta directamente el derecho de Libertad Sindical, con el cual está comprometido el gobierno del Ecuador”…

Asimismo, Lucho fue injustamente despedido de la Función Judicial del Ecuador, en el mes de febrero de 2.007, luego de haber trabajado 20 años de su vida, para el Poder Judicial de su país.

Casos como el que confronta el compañero Luis Muñoz, también se han presentando y se están presentando, en la Administración de Justicia venezolana.

En la década de los años 70 del Siglo pasado, la primera protesta de trabajadores judiciales que se realizó en la sede de los tribunales que se encontraba en el edificio UNIVERSIDAD, en la esquina de La Bolsa, Caracas, fue salvajemente reprimida a plan de peinilla, y arrestados los lideres de esa gesta entre ellos Mateo Hernández, Alfredo Arcila, Ana Leonor Salas, Orlando Contreras y Lucinda Chiaro, entre otros; pero esa primera protesta sirvió de plataforma, para la organización del movimiento sindical en el Poder Judicial de Venezuela.

A principios de los 80, se constituyó la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Tribunalicios (FENATRAT), que logró agrupar en su seno a las diferentes Asociaciones de Trabajadores Tribunalicios, que ya en los estados del interior del país se encontraban constituidas o en proceso de constitución.

La FENATRAT, reivindicó el derecho de los trabajadores judiciales a la estabilidad laboral y a mejores condiciones de trabajo y de salario.

En 1988, un grupo de trabajadores y ex afiliados a FENATRAT, acuerdan constituir una nueva organización sindical, que logró su registro por ante el Ministerio del Trabajo con la denominación de SINDICATO NACIONAL DE FUNCIONARIOS Y EMPLEADOS PÚBLICOS DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA Y DEL PODER JUDICIAL- ORGANIZACIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES TRIBUNALICIOS (SINDEFUP-POJUC-ONTRAT) el 16 de septiembre de 1.991; hoy conocido con el nombre de SINDICATO UNITARIO ORGANIZADO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA (SUONTRAJ)

Para el año siguiente 1.992, se constituyó un nuevo sindicato llamado SINDICATO UNIÓN NACIONAL DE EMPLEADOS PÚBLICOS DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA (SUNEP-JUDICATURA); y en el año 2.003, es constituido el SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES TRIBUNALICIOS (SINTRAT).

De las cuatro Organizaciones Sindicales nacionales que coexisten en el Poder Judicial Venezolano, sólo tres tienen derecho a discutir Convención Colectiva de Trabajo, mismas que son: SUONTRAJ, SUNEP-JUDICATURA y SINTRAT.

En lo que corresponde específicamente al SUONTRAJ, en 1.991, luego de una larga huelga de trabajadores tribunalicios, fueron despedidos un importante número de sus directivos; por tan solo por haber liderizado un conflicto laboral. Luego de grandes esfuerzos, lograron su reincorporación al trabajo.

Más tarde en 1.993, hubo otra huelga de trabajo, resultando despedidos otra vez, un número importante de directivos sindicales, quienes después de una huelga de hambre, llevada a efecto en 1.995, lograron sus respectivos reenganches con el pago de los salarios caídos.

La dirigencia del SUONTRAJ, antes ONTRAT, siempre ha sido perseguida por el patrono de turno, han sido sometidos a procedimientos disciplinarios de amonestación, suspensión del empleo y destituciones del cargo, sus sueldos han sido retenidos de manera ilegal y sin que medie procedimiento previo que garantice el derecho a la defensa y se les han dictado arbitrarios arrestos personales.

En los actuales momentos el SUONTRAJ, tiene doce directivos sindicales, cuya situación ha sido denunciada por ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT (caso 2088 y caso 2736)), pero el patrono se ha negado al cumplimiento de las providencias de reenganche al trabajo emitidas por el Ministerio del Trabajo.

Durante los años 2005 y 2006, le fueron suspendidos los salarios de manera ilegal y arbritaria a tres compañeros y uno despedido en el mes de mayo de 2.006, y todo ello por haberse interpuesto denuncia pública por irregularidades administrativas que se venían cometiendo en la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, en la compra de unos terrenos para la construcción de “Ciudades Judiciales”, en varios estados del país. Después, de cinco meses de despido y un año sin cobrar su sueldo, fue reingresado al trabajo el compañero Luis M. Galviz, mientras que a los otros compañeros fueron obligados acogerse al beneficio de jubilación especial.

Las amenazas de despidos, de aperturas de procedimientos disciplinarios y la negativa para el otorgamiento de los permisos sindicales para el ejercicio pleno de la libertad sindical, persisten en contra de los directivos nacionales y seccionales del SUONTRAJ.

Sin embargo, la entereza y firmeza de una dirigencia sindical responsable y con una historia de lucha de 20 años, no se amilana al momento de hacer reclamaciones contundentes en contra del patrono de turno.

Entre el año 2009 y lo que va del 2010, la Dirección Ejecutiva de la Magistratura y sus simples representantes, viene implementando una política sistemática antisindical y ha despedido de sus cargos a 10 directivos nacionales y seccionales del SUONTRAJ: Kennedy Bolívar (Caracas), Alcides Sánchez (Caracas), María Esher Santamaría (Anzoátegui), Stevenson Freites (Miranda), Francisco Cermeño (Mérida), Mario Naspe (Anzoátegui), Javier Arvelo (Miranda), Richard Navas (Carabobo), Lisbeth Morillo (Carabobo) y José Mújica (Falcón); debido al ejercicio del Derecho Constitucional de Contraloría Social, y por las denuncias de irregularidades en el presupuesto del Poder Judicial, interpuestas por ante las autoridades correspondientes; y 2 directivos del SUNEP-JUDICATURA: Richard Rodríguez (Caracas) y Juan Marcano Vasquez (Carabobo), sin que se les hubiera respetado el Fuero Sindical e Inamovilidad Laboral que los amparaba, para la fecha en que fueron arbitraria e injustamente despedidos.

Además se mantiene la amenaza de despido al Presidente del SUONTRAJ, Luis Galviz, a quien monitorean constantemente sus actividades sindicales, dentro de las instalaciones del Poder Judicial y DEM.

Lo que más preocupa al movimiento sindical, es la baja tasa de sindicalización presente en la administración de justicia de la República Bolivariana de Venezuela, puesto que aún existen cerca de 12.000 trabajadores o más, que no se encuentran afiliados a ninguna de las organizaciones sindicales que hacen vida en el Poder Judicial, y esto es producto de la amenaza sutil y a veces directa de los representantes del patrono y a la no tramitación de las afiliaciones a los sindicatos,  con el perverso fin de evitar que los trabajadores de nuevo ingreso puedan afiliarse al sindicato de su preferencia (en franca violación a la libertad sindical en sentido individual), en una practica directa de flexibilización laboral y neoliberal, con ello, se busca el debilitamiento progresivo y sistemático de las organizaciones sindícales, a los fines de su deslegitimación y merma de la capacidad de respuesta y de lucha. Un ejemplo de esta situación, se encuentra en la novísima Ley Orgánica de la Defensa Pública, que sanciona con la destitución del cargo el hecho de pertenecer a un organismo gremial o sindical.

Las nuevas cortes de trabajadores y trabajadoras judiciales, tienen la responsabilidad de no dejarse quitar el derecho humano a la sindicación y a organizarse en sindicatos para la mejor defensa de sus derechos e intereses, cuestión que implica una gran cuota de sacrificio personal, pero que sin ella, se hace imposible el ejercicio de la actividad sindical.

No hay que olvidar, la celebre frase, que aconseja que para el todo patrono público y privado, el mejor sindicato es el no existe.

Los que ocupamos cargos directivos en las organizaciones sindicales del Poder Judicial en Venezuela, tenemos la obligación moral de concientizar, capacitar y formar nuevos cuadros sindicales, para ir gestando la generación de relevo, que en el futuro tendrá en sus manos las riendas y la conducción del Movimiento Sindical Tribunalicio.

Todavía estamos a tiempo de evitar la eliminación total de los Sindicatos de Trabajadores Judiciales en Venezuela, eso si con la participación pro activa y activa de los trabajadores y trabajadoras de la administración de justicia de Venezuela.

El Movimiento Sindical Tribunalicio, requiere que nuevos cuadros directivos, sobre todo de los sectores jóvenes y de mujeres, insurjan de la masa de trabajadores, y una buena oportunidad para que ello ocurra, serán las elecciones que las diferentes organizaciones sindicales vienen convocando con la asesoría técnica del Consejo nacional Electoral.

Hay que tener siempre presente, que el Sindicato, como instrumento de lucha y de reivindicación de los derechos de la clase trabajadores, debe existir para la defensa de los derechos adquiridos y para la conquista a futuro de nuevos derechos y mejores condiciones de vida y de trabajo; y que las instituciones siempre  estarán por encima de las individualidades, que en un momento circunstancial las dirigen.

Todo patrono público o privado, siempre busca desprestigiar a la dirigencia sindical, con el fin confesado de destruir, eliminar o neutralizar a la organización sindical, por está razón del discurso del patrono ha de desconfiarse todo el tiempo, sobre todo de aquellos representantes patronales, que dicen que están preocupados por cumplir los derechos de los trabajadores, pues no es más que una hipocresía patronal.

Trabajadores y Trabajadoras Tribunalicios, la Unidad y la Organización, nos darán la Victoria en el combate contra el injusto y arbitrario patrón Dirección Ejecutiva de la Magistratura.

Este 29 de Mayo, Día del Empleados Judicial, reivindicamos nuestra Lucha por nuestros derechos adquiridos y laborales contra el Estado.- Patrono

* Abogado, Trabajador Social, Presidente del SUONTRAJ, Coordinación de la Red de Trabajadores y Trabajadores Andinos de la Internacional de Servicios Públicos (ISP)