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15 septiembre 2007

MARIO BRICEÑO IRAGORRY

Personalidades andinas (Trujillo)

Mario Briceño Iragorry uno de los más importantes de los ensayistas venezolanos nació en la ciudad de Trujillo el 15 de septiembre de 1897.

Su infancia y juventud transcurrieron en tierras andinas, especialmente en las ciudades de Trujillo y Mérida.

A los 12 años quedó huérfano de padre y según su propio testimonio ya para entonces sentía "Bullir en mi mente votación para las letras". Desde joven inició su formación cultural leyendo obras "con profundo desorden". Víctor Hugo, Shopenhauer, Voltaire, Diderot, Queiroz y Vargas Vila fueron los primeros autores que pasaron ante sus ojos. Fue profundamente estimulado por las ideas de Federico Nietzche las cuales divulgó entre los compañeros de su ciudad nativa.

Desde 1914 a 1918 vivió en Trujillo dedicado a la dura faena del periodismo provinciano y fundó un pequeño grupo literario con el nombre de "Ariel".

A los 21 años se residencia en la ciudad de Mérida "que le era más propicia para sus inquietudes intelectuales". Comenzó a estudiar Derecho junto con su entrañable amigo Mariano Picón Salas. Obtuvo el título de Abogado en 1920, pero ejerció poco la profesión. En la UCV obtuvo el doctorado en Ciencias Políticas (1925). En realidad los aspectos donde más va a destacar van a ser como profesor, periodista, historiador, diplomático y sociólogo.

Entre sus numerosas obras destacan: Alegría de la tierra, casa León y su tiempo, El caballo de Ledezma, El Regente Heredia o la piedad heroica, Introducción y defensa a nuestra Historia, Mi infancia y mi Pueblo, Patria Arriba, Tapices de Historia Patria, Lecturas Venezolanas etc.

Fue Senador de la República e integrante del ilustre Concejo Municipal de Caracas y obtuvo importantes galardones literarios con sus obras: "Casa León y su Tiempo" y "El Regente Heredia o la Piedad Heroica".

Literariamente a Mario Briceño Iragorry hay que ubicarlo dentro de la generación postmodernista de 1920.

Siendo muy joven, cuando estudiaba en la Universidad de Mérida, comenzó a publicar sus primeros ensayos. Su primer libro aparece con el título de "Horas", en 1921. Luego publica "Ventanas en la Noche" (1925) y "Lecturas Venezolanas" (1926).

Va a ser el género del ensayo en donde se va a realizar como escritor. Especialmente dentro del ensayo histórico va a dar los mejores frutos de su pluma.

Con "Tapices de Historia Patria" (1933) Briceño Iragorry expone conceptos nuevos y "defiende los valores de la cultura hispánica". Escribió la auténtica historia de Venezuela, sin las omisiones con las que solía escribirse hasta su generación. Así pues, restituyó a la historia de Venezuela los tres siglos coloniales en los que descansan los fundamentos de la vida venezolana. Se dedicó por entero al estudio metódico de nuestro pasado y dice "me complace haber ayudado a la formación de nuevos conceptos para el juicio de la Historia nacional". Tal recuperación constituye la esencia de su ideario.

"Temas Inconclusos" y "El Caballo de Ledezma" son dos libros que lo reafirman como uno de los primeros ensayistas de hispanoamérica.

A partir de 1946, según la opinión de los críticos que han estudiado su obra, comienza la época de la madurez en su producción ensayística. Produce y publica cuatro de sus obras fundamentales: "Casa León y su Tiempo" (1946), "El Regente Heredia o la Piedad Heroica" (1947) "Mensaje sin Destino" (1950), reflexiones que amplió dentro del tono de la ficción en su libro Los Riberas (1957).

El primero de estos libros fue producto "de una lenta y cuidadosa investigación en el Archivo General de la Nación". Se trata de la historia del Marqués de Casa León "maquiavélico personaje que a la sombra de realistas y patriotas jugó a la doble carta de la simulación y el oportunismo". Es un libro donde se presenta "el examen de los orígenes económicos de la oligarquía criolla".

El segundo de los libros mencionados tiende a exaltar la figura del Regente Heredia gran defensor de "la justicia en tiempos de ignominia". Es un personaje símbolo. Fue escrito un poco "para pintar las virtudes contrarias a los vicios del hábil político Casa León".
"Mensaje sin Destino" es su "obra más aleccionadora". Se erige en maestro de las nuevas generaciones y se presenta como un sociólogo de primer orden.

El Profesor Pastor Cortés en su ensayo "Perfiles de un venezolano ejemplar" dice en referencia a esta obra que "en el panorama literario anterior tan solo se asemeja en su preocupación y angustia a "Cosas Sabidas y Cosas por Saberse" del ilustre Cecilio Acosta". En la obra se plantea el problema de la quiebra de los valores venezolanos y la necesidad de reconquistarlos. "Es un alegato a la juventud para que recapacite y busque nuevos valores".

Mario Briceño Iragorry confiesa que es un hombre idealista cuando dice: "el mundo de las ideas más que el mundo de los hechos ha sido la temática preferida de mi labor como escritor."

Mario Briceño Iragorry apoyó a la candidatura presidencial de Jóvito Villalba en las elecciones de 1952; pero tras el desconocimiento de la Junta Militar del resultado de dichos comicios se exilia en Costa Rica (1953) y Madrid (1953-1958). Al caer la dictadura vuelve al país con todos los exiliados, pero muere al poco tiempo el 6 de junio de 1958, y es de los poquísimo civiles y hombres del siglo XX que está enterrado en el Panteón Nacional.